La iniciativa de la Dirección General de Igualdad y Mujer se desarrolla en 30 bibliotecas municipales y se dirige a un público infantil de entre 5 y 8 años
El Gobierno de Cantabria, a través de la Dirección General de Igualdad y Mujer, imparte talleres de cuentacuentos para niñas y niños de entre 5 y 8 años para promover la igualdad entre el público infantil con juegos y juguetes no sexistas.
La iniciativa ha comenzado este mes y se desarrolla hasta el próximo mes en 30 bibliotecas repartidas por los siguientes municipios: Ruente, Argoños, Medio Cudeyo, Bárcena de Pie de Concha, Bárcena de Cicero, Cartes, Bareyo, Villaescusa, Potes, Liendo, Ramales de la Victoria, Mazcuerras y Val de San Vicente.
Los talleres, de hora y media de duración, son impartidos por al menos tres monitores y en cada uno de ellos participan un total de 15 niños.
La vicepresidenta y consejera de Universidades e Investigación, Medio Ambiente y Política Social, Eva Díaz Tezanos, ha destacado la importancia de llevar a cabo este tipo de iniciativas para educar en igualdad a través de la práctica de juegos y el uso de juguetes no sexistas entre los más pequeños.
«No hay juguetes ni cuentos de niños y niñas, no hay colores de niños o niñas, sino sólo etiquetas sociales que limitan la creatividad, que tenemos que elegir los colores, no que ellos nos elijan a nosotros y nosotras», ha manifestado Díaz Tezanos.
La vicepresidenta ha abogado por la implicación «de todos y todas en la tarea imprescindible de impulsar el crecimiento en igualdad de las nuevas generaciones para lograr una sociedad mucho más inclusiva y más justa y también para lograr generaciones de personas más felices por haber logrado desarrollarse personalmente y profesionalmente».
Una tarea en la que, a su juicio, desempeñan un papel fundamental los centros educativos por su capacidad para influir en el proceso de socialización en edades tempranas. «Tienen la oportunidad de romper esos tópicos y elegir buenos juegos, juguetes y literatura neutros», ha subrayado Díaz Tezanos.
También ha opinado que los juegos ayudan a que niños y niñas elijan profesiones sin sesgo sexista, contribuyendo así a construir un mundo más libre e igualitario y a que las nuevas generaciones «sepan elegir libremente quiénes quieren ser y qué quieren ser».
